Las vacaciones son un momento de relajación y disfrute, una oportunidad para pasar tiempo valioso con la familia y amigos. Pero, también pueden significar un reto durante tu proceso de pérdida de peso. Afortunadamente, con algunos ajustes y sentido común, aún puedes progresar mientras estás de vacaciones.
Haz lo posible por mantenerte en el camino con estos 5 consejos:
1) Empaca tus municiones: proteína en polvo y otros suplementos, snacks saludables y ricos en proteínas (frutos secos sin sal, frutas, huevos duros, carne seca), así como ropa de ejercicio.
2) Hidrátate, hidrátate, hidrátate. Apunta al menos a 2.5 litros por día. Elige agua o tés de hierbas sin azúcar y trata de evitar las bebidas endulzadas como refrescos y jugos.
3) Controla la cantidad y considera la calidad. Mantén tus porciones en línea con nuestras pautas. Como recordatorio rápido, los alimentos ricos en proteínas deben ser del tamaño de la palma de tu mano, mientras que los alimentos ricos en carbohidratos deben ser del tamaño de un puño y las frutas, verduras y grasas saludables deben ocupar el espacio restante en tu plato, creando un arco iris de colores. Entonces, prácticamente hablando, podría ser un buen trozo de pescado (rico en proteína) que ocupe la mayor parte del plato, con arroz, pasta o papas (alimento rico en carbohidrato) que ocupen un espacio del tamaño de un puño y luego el espacio restante se puede llenar con varias verduras o ensalada con un poco de aceite de oliva. Acompañado, por supuesto, de agua o agua con gas.
Elige alimentos densos en nutrientes de alta calidad, apuntando a frutas y verduras frescas, proteínas magras y grasas saludables. Evita los buffets si es posible para evitar comer en exceso.
4) Muévete. Camina, haz yoga, juega un deporte que te guste, usa las escaleras y mantente activa. Todo esto ayudará a mantener tu tasa metabólica y te hará quemar calorías.
5) Mantén la calma. Sabes que siempre puedes volver al camino cuando regreses a casa.
Lo más importante, ¡disfruta de tus vacaciones, te lo mereces!