¡No siempre tenemos la suerte de estar de vacaciones! Es un momento que tenemos que aprovechar para relajarnos y disfrutar; es una oportunidad para pasar tiempo de calidad con la familia y los amigos. Pero, las vacaciones también pueden obstaculizar tu proceso de pérdida de peso. Pero, afortunadamente, con algunos ajustes y algo de sentido común, conseguirás progresar hacia tu objetivo mientras está de vacaciones.

Haz todo lo que puedas para mantener el rumbo. El plan de comidas establecido en la aplicación de RH debería ser relativamente fácil de cumplir cuando comas en un hotel, ya que hay muchas opciones para elegir. Así que trata de tomar 2 de 4 de las comidas y luego sé un poco más flexible con una de ellas. Como ejemplo, toma el desayuno y el almuerzo de tu plan de comidas, omite la merienda y así por la noche tienes más flexibilidad.

Para la cena, simplemente utiliza las recomendaciones sobre el tamaño de las porciones que describimos durante el curso. Como recordatorio rápido, los alimentos de “construcción” (alimentos ricos en proteínas) deben ser alrededor de una porción del tamaño de una mano, mientras que los alimentos “combustibles” (alimentos ricos en carbohidratos) deben ser una porción del tamaño de un puño y los alimentos “potenciadores” (frutas, verduras y grasas saludables) deben llenar el resto del plato, creando un arcoíris de colores.

En términos prácticos, sería por ejemplo un buen trozo de pescado que ocupe la mayor parte del plato, con un poco de arroz o patatas al horno que compongan una porción del tamaño de un puño y luego el espacio restante puede estar compuesto de varias verduras a la plancha o ensalada con un poco de aceite de oliva. Acompañado de agua o agua con gas, por supuesto.

Combina esto con algo de actividad física como salir a caminar de forma regular (quizás a lo largo de la playa o por la montaña) y otras actividades para mantener la tasa metabólica y quemar algunas calorías. Y sobre todo ¡disfruta de las vacaciones!